一个都不能少 Yī gè dōu bù néng shǎo

Zhang Yimou, 1999

¿De qué va?

China, años 90. En una aldea remota de una zona montañosa, el maestro de la escuela se va de baja, y el alcalde sólo encuentra a una niña de 13 años, Wei Minzhi como su sustituta. Antes de irse, el maestro le deja una tiza para cada día y le promete 10 yuanes extra de paga si no falta ningún estudiante cuando vuelva. La niña comienza a dar clases, pero no puede evitar que la pobreza haga que uno de los niños, Zhang Huike, tenga que irse a la ciudad para buscar trabajo. Minzhi, decidida a cumplir su misión, va a la ciudad para buscar al niño y traerle de vuelta. La obstinación y el compromiso de la niña hará que no pare hasta encontrarle.

Por qué verla

• Aunque lo que nos lleguen sean imágenes de los rascacielos de Pekín, Shanghai o Hong Kong, existen en China multitud de aldeas con población de recursos económicos muy escasos. El 48% de la población china (un total de 1.300 millones de personas) vive todavía en áreas rurales.

• Zhang Yimou utiliza de protagonista a un personaje femenino, como en la mayoría de sus películas, que encarna la determinación y la persistencia en arreglar lo que a su visión es una injusticia: que un niño tenga que abandonar el colegio e irse a la ciudad a trabajar (sobre este tema, véase el post sobre el documental Last Train Home).

• La película le valió a Zhang Yimou su segundo León de Oro del Festival de Venecia. El primero lo había conseguido por Qiu Ju, una mujer china, película de 1992.

Saber más sobre la película

Los actores encarnan en la película personajes que se dedican a lo mismo que ellos en su vida real. Así, el maestro de la escuela era un profesor en la vida real, el alcalde, el alcalde de una población del condado de Yanqing, cerca de Pekín, y así con todos los personajes.

Ni esta película, ni El camino a casa (también de 1999) fueron seleccionadas para participar en el festival de Cannes de aquel año, festival donde Zhang había ganado varios premios. Después de recibir acusaciones de que las películas eran pro-gubernamentales, el director decidió retirar sus candidaturas y acusó al festival y a los medios occidentales de querer hacer una lectura política de todas las películas chinas, como si todas fueran pro o anti gobierno chino, prescindiendo de la lectura artística. Zhang decidió entonces presentar Ni uno menos al Festival de Venecia, donde, como hemos dicho anteriormente, ganó el León de Oro, entre otros premios.

Zhang Yimou usó la música de San Bao como banda sonora para las dos películas que rodó en 1999: Ni uno menos y El camino a casa. El músico chino, de etnia mongola, ha triunfado también en la música pop y ha escrito musicales.

Para conocer más

Al final de la película, en los títulos de crédito, se dice que cada año un millón de niños abandonan sus estudios. La educación obligatoria en China comprende 9 cursos, y es financiada por el estado. En 2005, había 121 millones de estudiantes de educación primaria, 78 millones de secundaria, y casi 12 millones de educación superior. En esta página podéis encontrar un interesante artículo sobre la película y el derecho a la educación.

Una frase, atribuida a Mao, es aún usada en muchas escuelas para motivar a los estudiantes: 好好学习, 天天向上 (Hǎo hào xuéxí, tiāntiān xiàngshàng) algo así como un "El que bien estudia, cada día va progresando".