la linterna roja

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Yo no soy Madame Bovary

我不是潘金莲 Wǒ bú shì Pān Jīnlián

Feng Xiaogang, 2016


¿De qué va?

Li Xuelian monta un falso divorcio con su marido para poder tener un segundo apartamento y luego volver a casarse. Sin embargo, el plan no sale como ella esperaba: su exmarido se vuelve a casar rápidamente, dejándola con la fama de Pan Jinlian (mujer adúltera) y sin posibilidad de rehacer su vida. Durante diez años, Li se embarca en una lucha kafkiana contra la burocracia china para limpiar su nombre.

Por qué verla

Aunque la película a veces puede ser un poco lenta y repetitiva, está llena de humor negro. Te indignas con la absurda burocracia que la protagonista enfrenta, representada por funcionarios que buscan únicamente su beneficio personal.

Fan Bingbing, una de las mayores estrellas del cine y la moda en China, ofrece una actuación memorable como Li Xuelian, mostrando su fuerza y determinación. El resto del reparto también brilla, con personajes secundarios memorables.

Crítica social mordaz: La película te hace reflexionar sobre la sociedad china actual, sobre todo en entornos rurales. Critica la burocracia, la corrupción y la discriminación de género de una manera satírica.

Saber más sobre la película

Feng Xiaogang es uno de los directores más reconocidos de China sobretodo por sus comedias y éxitos de taquilla con películas estrenadas alrededor del Año Nuevo Chino. Yo no soy Madame Bovary es una de sus obras más aclamadas por la crítica y el público.

La película recibió numerosos premios, incluyendo la Concha de Oro a la Mejor Película y la Concha de Plata a la mejor actriz (Fang Bingbing) en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y cinco premios Golden Horse.

Feng Xiaogang y Fan Bingbing recibiendo sus premios en el festival de cine de San Sebastián junto al guionista y al productor de la película.

La película utiliza de forma creativa los formatos circulares y cuadrados para representar diferentes aspectos de la vida de Li Xuelian. Durante casi toda la película vemos la acción enmarcada en un círculo. El círculo representa la tradición china, la armonía y la unidad. En la película, el formato circular se utiliza para mostrar la vida rural de Li Xuelian, donde las relaciones son más estrechas y la vida es más sencilla.

El cuadrado representa la modernidad, el orden y la racionalidad. En la película, el formato cuadrado se utiliza para mostrar lo que sucede en Pekín, donde las relaciones son más impersonales y la vida es más compleja.

Feng Xiaogang manifestó que usó este formato especial para distanciar a los espectadores de la historia que vemos en la pantalla. El formato circular además nos recuerda a una pintura tradicional china, y el uso que hace el director del color y la posición de los personajes en la pantalla, no hacen más que reforzar este punto.

Poet strolling by a marshy bank, Liang Kai, Siglo XIII. Met Museum.

Para conocer más

En la película, y en su título original, no se hace ninguna referencia a Madame Bovary, nombre que se utiliza solo en la traducción de la película como una analogía de Pan Jinlian, un personaje clásico chino que se convirtió en el arquetipo de mujer adúltera. Al principio de la película, la voz del propio Feng Xiaogang cuenta la historia. Dicho fragmento se puede ver en este enlace de Youtube:

En Yo no soy Madame Bovary la burocracia china se presenta como un monstruo difícil de superar para reclamar justicia. Li Xuelian tiene que ir reclamando en diferentes estancias y se enfrenta a burócratas egoístas que buscan hacer lo mínimo y que solo se ven llamados a la acción cuando Li consigue llamar la atención de un alto mandatario del Partido Comunista.

Esta crítica a la burocracia no es gratuita. En China, el sistema burocrático es complejo y opaco, y a menudo se considera un obstáculo para el desarrollo económico y social. Los ciudadanos chinos pueden pasar meses y años reclamando, y muchos de ellos llegan a la capital para que se le haga justicia.

El documental Petition (2009), de Zhao Liang, sigue durante 12 años el camino de numerosos ciudadanos de varios rincones del país que acuden a la capital para que se les haga justicia.

En la ficción, la película Qiu Ju, una mujer china (1992), de Zhang Yimou, también la cuenta la historia de una mujer del entorno rural que no cejará en buscar justicia y una disculpa de un alto funcionario a la afrenta realizada a su marido.