El invisible

Equipos de sonido de alta fidelidad

隐身衣 Yinshen Yi

Ge Fei, 2012



¿De qué va?

Cui se gana la vida fabricando y reparando equipos musicales de alta fidelidad en el Pekín actual. Divorciado y con dificultades para seguir a flote financieramente, un día recibe un encargo por parte de un misterioso cliente de fabricar el mejor sistema de sonido del mercado.

Por qué leerlo

Escrito es un estilo sencillo, es una interesante reflexión sobre el crecimiento descontrolado de las ciudades chinas, una sociedad de consumo descontrolado.

El libro está lleno de encuentros extraños, referencias culturales occidentales a través de la música clásica y una amenaza latente que recuerda a las obras de Haruki Murakami, pero sin llegar a imitarle, ya que Ge Fei aporta su voz única a esta conversación sobre el pasado, el presente, los valores y las ideologías en la sociedad contemporánea.

Aunque leas el libro en una versión traducida, es fácil transportarse a la Pekín moderna con todos sus contrastes y disparidades económicas, gracias a la voz de Cui, el protagonista de la novela.

El título El invisible encapsula la esencia de la novela, representando tanto la invisibilidad literal como la resistencia individual frente a la homogeneidad de la sociedad moderna. Para Ge Fei, el protagonista encarna la admirable determinación de mantener su propia vida cotidiana, incluso cuando el mundo a su alrededor cambia implacablemente.

Lo que constituye la realidad china, especialmente desde los años ochenta en adelante, siempre está cambiando.(…) La gente no se preocupaba tanto por las posesiones materiales, no les importaba la ropa que llevabas, qué zapatos usabas, qué tipo de reloj llevabas, no les importaba si conocías a gente rica. De hecho, la riqueza era despreciada. (…) El cambio que ha ocurrido en este sentido es increíble, desde una vida espiritual increíblemente rica hasta una falta total de enriquecimiento espiritual.
— Ge Fei

El escritor Ge Fei

Saber más sobre el libro

Ge Fei, cuyo nombre real es Liu Yong, nació en 1964 en la provincia de Jiangsu. Es profesor de Literatura en la Universidad Tsinghua, y está considerado como uno de los principales escritores chinos de vanguardia. Su obra El invisible es su primera novela traducida al castellano, y recibió los importantes premios de literatura Lu Xun y Lao She en 2013 y 2014, respectivamente. Con la traducción de Peach Blossom Paradise (人面桃花, Renmian Taohua, 2004) al inglés fue finalista del National Book Award en EE.UU. en 2021.

Uno de los aspectos más críticos de El invisible es la representación de los intelectuales, a quienes Ge Fei no duda en criticar abiertamente. Para el autor, estos individuos, a menudo vistos como los portadores de la sabiduría y el cambio, han perdido su relevancia frente a aquellos que viven fuera de los círculos académicos. Esta percepción se refleja en la transformación personal del autor y su relación con sus propios círculos sociales.

El invisible también aborda la cultura audiófila y la búsqueda de la excelencia en sistemas de sonido, un tema que Ge Fei, como entusiasta del audio, incorpora con maestría en su escritura. La espiritualidad de la música se entrelaza con la obsesión por la calidad del sonido.


Para conocer más

A través de los ojos del protagonista, Ge Fei nos lleva a recorrer las calles de Pekín, una ciudad en constante transformación. El autor destaca la importancia de entender la ciudad desde una perspectiva específica y realista, reflejando su compromiso con la autenticidad en la escritura urbana.

Pekín, conocida por sus monumentos históricos y su rica cultura, es también un símbolo de modernidad en constante expansión. Las calles bulliciosas y los rascacielos imponentes contrastan con los hutongs tradicionales y los templos ancestrales.

Sin embargo, detrás del brillo de sus luces y el ritmo frenético de su vida diaria, Pekín es una ciudad en constante transformación. Los antiguos barrios son demolidos para dar paso a modernos complejos residenciales y comerciales, mientras que nuevas infraestructuras se levantan rápidamente para satisfacer las demandas de una población en crecimiento.

Esta transformación no solo se refleja en el paisaje físico de la ciudad, sino también en la vida de sus habitantes. Las antiguas tradiciones chinas se entrelazan con las influencias occidentales y la tecnología de vanguardia, creando una atmósfera de cambio cultural y social.

Uno de los casos más destacados de transformación en Pekín es la revitalización de los hutongs, los estrechos callejones tradicionales que han sido parte del paisaje urbano durante siglos. Muchos de estos hutongs han sido demolidos para dar paso a modernos complejos residenciales y comerciales, mientras que otros han sido restaurados y convertidos en atracciones turísticas o en espacios culturales alternativos. Este proceso de renovación refleja el constante conflicto entre la preservación del patrimonio histórico y la necesidad de desarrollo urbano.

Otro ejemplo notable es el distrito financiero de Pekín, conocido como el CBD (Central Business District). En las últimas décadas, este área ha experimentado una transformación dramática con la construcción de rascacielos emblemáticos como la Torre de la Televisión Central China y el rascacielos China World Trade Center. Este desarrollo ha cambiado radicalmente el horizonte de la ciudad y ha consolidado la posición de Pekín como un centro financiero y comercial de clase mundial.

Edificio CCTV, de Rem Koolhaas y Ole Scheeren, en Pekín

Además, la celebración de  importantes eventos deportivos y culturales ha dejado un impacto duradero en su paisaje urbano. Los Juegos Olímpicos de 2008, por ejemplo, llevaron a la construcción de nuevas infraestructuras como el Estadio Nacional de Pekín (conocido como el Nido de Pájaro) y el Centro Acuático Nacional (conocido como el Cubo de Agua). Estas estructuras icónicas han cambiado la cara de la ciudad y han atraído a millones de visitantes de todo el mundo.

Estadio Nacional o Nido del Pájaro, de Herzog y De Meuron, en Pekín

Por último, la expansión del sistema de transporte público de Pekín ha sido un factor clave en su transformación urbana. La construcción de nuevas líneas de metro y la implementación de sistemas de transporte inteligente han mejorado la movilidad en toda la ciudad y han facilitado el acceso a áreas anteriormente inaccesibles. Esto ha llevado a un cambio en los patrones de desarrollo urbano y ha contribuido a la integración de diferentes comunidades dentro de la ciudad.


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