Días, meses, años
年月日 Nián yue rì
Yan Lianke, 1997
¿De qué va?
Un anciano queda atrás cuando los habitantes de una zona rural emigran por la prolongada sequía en busca de mejores climas. En compañía de un perro ciego, dedicará todas sus fuerzas en hacer que un pequeño tallo de maíz crezca y pueda alimentarles. Cada día de supervivencia será una victoria sobre la muerte, y eso hace que sea un libro de gran luminosidad.
Por qué leerlo
La historia está marcada por la lucha por la supervivencia que es, en definitiva, la lucha por la vida, por salvar lo que somos y mantenernos en pie ante las adversidades y contrariedades. Este libro es un homenaje a todo lo que es bueno en el ser humano, es un himno a la vida, lleno de gran potencia y belleza.
Días, meses, años recibió el premio Lu Xun, un premio bianual otorgado por la Asociación de Escritores de China.
Yan Lianke usa en este libro un peculiar recurso literario, la creación de un lenguaje suprasensorial, un imaginario sensitivo que ha permitido a Yan mezclar sensaciones para expresar emociones. “Olor a cereal de azul puro”, “ladridos magentas”, “exclamaciones rojiblancas”, describen al que ejerce la acción y al que la experimenta.
Saber más sobre el libro
Días, meses, años significó para Yan Lianke el paso del ‘realismo chino’ al ‘realismo espiritual’, una manera particular de abordar la descripción de la nueva realidad china, una forma, como dice Yan, de “revelar y describir una verdad no visibles” usando a veces universos ficticios.
A lo largo de sus libros, y en el que nos ocupa hoy, pervive el vínculo hacia los escenarios, como la Sierra de Balou, reconocibles en otros universos literarios: “La sierra de Balou, el condado de Yoknapatawpha de Faulkner, el Macondo de García Márquez o la aldea Lu de Lu Xun guardan todos cierta relación. Diría que la sierra de Balou es la combinación de los otros tres”, declaró Yan Lianke.
Para conocer más
Yan Lianke nació en la región pobre del condado de Song, en la provincia de Henan, en 1958. Sus padres, agricultores analfabetos sin medios para mandarle a la universidad, le animaron a alistarse en el ejército en 1978, donde promocionó hasta convertirse en un escritor de propaganda. Al regresar a la vida civil, Yan empezó su carrera como novelista.
Desde entonces, se ha convertido en uno de los escritores chinos más reconocidos en la actualidad. Entre sus obras destacan Los besos de Lenin, El sueño de la aldea Ding, Al servicio del pueblo, Los cuatro libros o Crónica de una explosión. Ha recibido numerosos premios, como el Franz Kafka, o el Lu Xun y el Lao She en China. También ha sido finalista en dos ocasiones del Man Booker International.